Justificaciones no pedidas.
Por Octavio Vargas.
El escenario para contextualizar el apresurado Informe de Gobierno a cargo de la gestión federal priísta se compone actualmente, y sin soslayar los desaciertos anteriores, de la agudización de las crisis política y económica, principalmente, y la social.
Las agrupaciones políticas participan y mantienen a fuerza de remiendos un sistema que promueve la pobreza y la ignorancia como medio infalible de control que genera desesperanza en un estado que hace de la inseguridad, revuelta civil como la vía para combatir a aquella.
Probablemente, el informe de gobierno, al estilo priísta contenga algunos otros elementos que apunten demagógicamente a que la prosperidad y estabilidad prometidas en campaña se están alcanzando con el esfuerzo de todos los actores de la cadena; que la inseguridad es cada vez menor y que hoy vivimos mejor a razón de las Reformas Estructurales citadas hasta el hastío; que hoy México es más democrático y competitivo a los ojos del mundo a pesar de que seamos el hazmerreír; que se han invertido y destinado recursos exorbitantes en materia de salud, educación, ciencia, deporte; que las mujeres cuentan con un mayor reconocimiento, espacios y protección especial por parte del estado.
Es decir, el Informe y el discurso del gobierno lanzarán un mensaje ataviado de las más reprobables prácticas del viejo PRI tratando de convencernos respecto de que el sistema es sólido y de que su modelo funciona.
El PRI yace sobre estructuras viejas que ha sido incapaz de actualizar, y el mismo costoso riesgo corren los partidos políticos que, para el caso de no atender la crisis política, económica y social (caracaterísticas de la peor versión del PRI, insisto) así como de no sancionar a sus militantes corruptos y castigarlos en su calidad de gobernadores, presidentes municipales y legisladores federales tanto como locales por los ilícitos cometidos y por su notoria impericia administrativa, estarán dejando abiertas las puertas del estallido social habida cuenta del hartazgo hacia un presidente ignorante e indiferente que no logra analizar ni comprender el impacto local pero también el nacional correspondientes a su ineficacia e insensibilidad hacia las necesidades colectivas.
Se requieren, como es urgente para todo el país, una serie de diversas acciones de fondo para desmantelar el sistema que ya no sólo controla el poder público y monopoliza el político sino que concentra además los recursos económicos mediante la exclusión; se requiere, por un lado, que el mensaje con motivo del Informe aborde el reconocimiento de los daños causados por las incapacidades, y evitar, por otro lado, en el propio Informe, transitar por el camino de las justificaciones no pedidas.
@vargasargota
Abogado y Analista Político
Agregar comentario