A Contrario Sensu.
Por Octavio Vargas.
Recientemente revisaba algún material visual e impreso que me permitiera establecer un punto de partida para entender el momento preciso y las causas por las cuales el partido en el poder tiene bajo su responsabilidad y riesgo el país a punto de colapsar, así como las razones a las que obedece que el distanciamiento entre sociedad y gobierno sea cada vez más profundo y con amplios síntomas de rechazo hacia aquél. La finalidad de esa revisión no consiste en exponer todos los elementos que ya vivimos, más que conocemos, sino comprender que de corregirse tales situaciones, con independencia de que el gobierno repunte su percepción hacia el polo positivo traduzca sus efectos en sustanciales mejoras sociales que beneficien la calidad de vida de ciudadanos y habitantes.
La violencia y la corrupción, la censura ejercida a los medios de comunicación, el control social visible sobre del grueso de la población que engrosa las filas de la pobreza, han logrado que el hilo conductor de las relaciones entre las instituciones de interés público incluidos los partidos políticos, y los ciudadanos y algunas instituciones del derecho privado, esté roto. No obstante esa ruptura, existen otros elementos que sobre de la misma erigen muros que dividen.
Las terribles finanzas públicas y el inexplicable sostenimiento de Luis Videgaray al frente de las mismas; el mantenimiento de la estructura de un Gobierno altamente costoso e ineficiente; la comatosa actividad industrial; el indiferente olvido del campo; la ampliación de la brecha de la desigualdad social, económica y tecnológica; la persecución de los trabajadores, estudiantes y maestros y la inexplicable continuidad en el cargo de los Secretarios de Gobernación y de Educación Pública, por citar algunos.
La ruptura y los muros sobre de ella existentes son favorables para que desde el gobierno se emitan mensajes capaces de producir discursos de odio e intolerancia, si bien susceptibles de lucro político, útiles para que la propaganda oficial apunte al desprestigio mediático en contra de quienes padecemos sus resultados y azuzando mediante un ambiente controlado a aquellos que simulan entre más deuda confort en un país que retrocede mientras el titular de las responsabilidades todas continúa al frente sin percatarse que además de que son necesarios nuevos modelos de políticas y decisiones generadoras de confianza, a contrario sensu, se necesita talento para difundir un mensaje claro y convincente.
@vargasargota
Abogado y Analista Político.
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