Opinión

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El PRI contra la Sociedad.
Por Octavio Vargas
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Octavio VargasLa Secretaria General el PRI, Carolina Monroy del Mazo, en una clara actitud de respaldo, pero, más que razonada, impulsiva y escasamente calculada, salió a la defensa del Presidente Peña Nieto en ocasión de la presentación de su primer informe legislativo ante una multitud congregada quizás de forma no libre en Metepec, de donde fue alcaldesa, municipio de uno de los estados menos democráticos, y a la sazón, joya de la corona priísta.
Entre comerciantes, políticos mexiquenses, empresarios, compañeros de bancada, militantes y más acarreados, la también diputada federal quizás entrada en fuerza tomada de los elementos de esa arena no previó que el escenario de Metepec no es el de Ciudad Nezahualcóyotl o Chalco, u otros tantos municipios mexiquenses que representan nítidamente el fracaso de un partido político que se precipita rápidamente al olvido electoral, u olvidó tambíen, quizás a propósito, que la emblemática tierra del poder corruptor tiene una alta tasa de feminicidios.

 
Al propio tiempo, señaló que “en el país se vive un derrumbe ético que debe asumirse frontalmente”. El contenido es cierto pero malo el mensaje, puesto que, además de ser carente de toda necesaria sensibilidad y prudencia política, al tiempo de estas letras presentes se adecúa perfectamente bien al supuesto comportamiento plagiario del Presidente de la República según la investigación difundida en redes sociales acerca de la tesis de titulación de éste. El derrumbe ético es visible e innegable y la vocería de la presidencia lo asumió frontal, contundente y perfectamente… mal, pues redujo una conducta, más que antiética probablemente constitutiva de delito, a un “error de estilo”.

 
La malograda defensa al presidente es evidencia, una vez más, de las formas priistas contrarias a todo interés y bienestar público; tanto la actual legisladora como su equipo de trabajo y asesores omitieron evaluar el contenido y medir las consecuencias de sus declaraciones que la colocan de frente a su primo y de espalda a la sociedad al ofrecerle a aquél “un ejército de aliados leales” que no permitirán “un sólo agravio más” abundando en que “cada ofensa tendrá respuesta”.

 
Al menos yo, entiendo que los aliados son priistas leales al presupuesto público y a las prebendas del poder presidencial; que la protesta y la exigencia al primer mandatario debido a sus embates a las conquistas y logros sociales son considerados como los agravios expresados, y finalmente, la respuesta a cada ofensa no se trata de otra cosa más que la indiferencia y amenazas al más del 70% de la población que desaprueba la gestión presidencial. El PRI contra la sociedad.

@vargasargota
Abogado y Analista Político

Redacción

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