Guadalajara, Jal. Manifestantes contra el gasolinazo que bloquearon durante tres horas el paso del macrobús en el barrio de San Juan de Dios, en el centro de Guadalajara, fueron reprimidos por policías antimotines estatales que les arrojaron gas pimienta, detuvieron a cinco de ellos, incluidos dos menores de edad, y lograron reabrir el cruce bloqueado en las avenidas Juárez e Independencia.
La movilización policial fue inusitada, luego que durante todo el día se realizaron por lo menos cinco marchas en la ciudad con miles de personas sin problema alguno e incluso tampoco se dispersó a decenas de personas que permitieron el paso libre, desde la tarde y hasta el cierre de edición, a los automovilistas que circulaban por la autopista Guadalajara-Ciudad de México a la altura de la caseta La Joya, en el municipio de Zapotlanejo.
Por lo menos 20 patrullas y un centenar de antimotines se presentaron a San Juan de Dios, según el fiscal general del estado Eduardo Almaguer a petición de personal de una tienda Oxxo para impedir saqueos, pero esa presencia enervó los ánimos de algunos manifestantes que comenzaron a arrojar piedras y botellas contra los uniformados, lo que dio pie a la respuesta con gas pimienta.
Raúl Alejandro Velázquez Ruiz, comisionado estatal de seguridad pública y quien estuvo al frente del desalojo, confirmó que además de los detenidos hay al menos cuatro lesionados, uno de ellos un “compañero de la Fiscalía” que fue lesionado con una piedra, además de daños a un vehículo también de la dependencia estatal.
“Ellos obstruyeron las vías de comunicación, fue la reunión de más de tres individuos que se organizan para cometer pandillerismo y los detuvimos en forma legal (…) Usamos gas en respuesta a que nos agredieron, incluso se lesionó uno de los manifestantes, pero cuando lesionan a un compañero no lo vamos a permitir, a ningún compañero me lo van a tocar”, agregó el jefe policial.
Según Velázquez, los sujetos -varios de ellos encapuchados- que arrojaron piedras y botellas “estaban bajo los efectos de la droga y del alcohol”.
Por la noche y tras lo sucedido en San Juan de Dios, el alcalde de Guadalajara, Enrique Alfaro Ramírez, emitió un comunicado en el que dijo que la policía de su municipio “no participó en la represión contra los asistentes de la manifestación pacífica contra el gasolinazo”.
No es correcto usar a la policía antimotines para reprimir a ciudadanos”, agregó Alfaro en el boletín.
El alcalde tapatío recordó que apenas un día antes, el gobernador de Jalisco, Aristóteles Sandoval, dijo que estaba indignado por el aumento de los combustibles y que pronto daría a conocer varias medidas para paliar el daño a la economía popular.
Fuente: La Jornada
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