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El Odio Engendra Muerte


Gamaliel A. Belmonte

Parece increíble que en pleno siglo XXI, en pleno año 2019, donde nuestros antepasados no tan distantes pensaban que ya estaríamos sobrevolando las ciudades en carros voladores. Donde los humanos que estuvieron aquí antes que nosotros pensaban que ya no dependeríamos de combustibles fósiles. 

Nos parece increíble que en estos tiempos contemporáneos aún veamos actos de odio, equiparables a escala a los deleznables actos que cometió Adolf Hitler en la segunda guerra mundial. Es bien sabido por cualquier persona con acceso a un teléfono móvil o a un televisor con señal abierta, del asesinato a sangre fría de al menos 30 personas en Estados Unidos. El país vecino, donde es más fácil conseguir una pistola 9mm de 14 tiros, que conseguir una casa. Un país donde se ha rebajado a nuestros conciudadanos a personas indeseables, que somos invasores en tierras que no hace mucho tiempo era de nosotros, y que por ambición de nuestros gobernantes pasaron a pertenecer al ambicioso vecino del norte. Vale la pena analizar éstos casos, no solo por los perpetradores, los cuales eran blancos supremacistas, vale la pena resaltarlo por los paisanos asesinados, esas personas eran padres, hijos, hermanos, vecinos, compañeros de trabajo. Y por la locura supremacista que les ha inculcado su presidente, “América para los americanos”, como rezaba la doctrina Monroe. Sería bueno que alguien le pasara una tarjeta informativa o un libro de geografía mundial, donde le indiquen de dónde a dónde abarca nuestro maravilloso continente. Desde los confines de la Antártida, hasta las inhóspitas tierras de la Patagonia. El mundo es para todos, el sol sale para todos. Su servidor ha seguido el caso de los paisanos muertos hasta el día de hoy, ha sido testigo de los testimonios de las personas cercanas que con todo el dolor en su corazón y con las heridas aún frescas en su memoria, han tenido que acudir al hospital a reconocer a los cuerpos de sus difuntos. Es importantísimo que veamos el trasfondo de este hecho, no es un hecho aislado. Si buscamos “asesinatos en masa Estados Unidos”, nos recorre un frío escalofrío por la espalda. Quién nos creemos para decidir quién vive y quién no, debemos analizar de donde viene este sentimiento “nacionalista” de los blancos, que sienten que queremos quitarles “su país”. Momento señores, decía nuestro paisano, “la tierra es de quien la trabaja”, no hay gringos más nacionalistas que los latinos, porque esa tierra les ha dado el fruto que no pudieron encontrar en su país de origen. Para que un blanco supremacista venga a quitarles todo, 

a quitarles la vida. Es normal que como en nuestro hermoso país, haya gente floja. no todos los estadounidenses son hormigas obreras, también existen los huevones, y a esas personas les parece más sencillo culpar al de al lado de por qué no tienen trabajo es común escuchar “esos latinos, negros, asiáticos y musulmanes nos quitan los trabajos”. Claro que no señor güero, esos paisanos hacen el trabajo que usted no quiere levantarse de su sillón a realizar. 

Debemos prestar atención especial al discurso de odio de Trump, el Holocausto no inició en las cámaras de gas, ni inició en los campos de concentración. Inició con los discursos nacionalistas de una Alemania dolida con el resto del mundo, donde fue fácil encontrar un enemigo para canalizar esa ira, los judíos. 

Debemos prestar atención a que nos quieren convertir a los inmigrantes en objetivos vivientes, cuántas más masacres racistas debemos tolerar antes de aceptar que tenemos un problema. 

Recordemos que inevitablemente, el ODIO siempre es el precursor de la MUERTE.

Twitter: @andreo0tti

Redacción

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